miércoles, 1 de diciembre de 2010

LA CRISIS ECONÓMICA ACELERA EL PROCESO PARA CREAR LOS SIP

Seis meses. Ese es el plazo que está tardando en madurar la fusión fría de Caja Cantabria con Cajastur, Caja Mediterráneo y Caja Extremadura. Un tiempo que el propio secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, consideró ayer adecuado para una reestructuración de este tipo. Las cajas han adelantado el calendario inicialmente previsto para dar poderes al banco resultante del SIP a causa de la coyuntura económica española y después de las recientes sugerencias del Banco de España y del Gobierno central para que los trámites de las fusiones en curso sean culminadas antes de que acabe 2010.
El SIP (Sistema Institucional de Protección) se empezó a gestar en primavera aunque atravesó momentos delicados como cuando la CAM (Caja Mediterráneo) y Cajastur lucharon por el liderazgo del que será el quinto grupo financiero del país. Finalmente fue la Caja asturiana la que logró capitanear la operación. El pulso que mantuvieron ambas cajas frenó en el verano la firma del acuerdo. La marcha de las negociaciones se enredó por los poderes del consejero delegado de la nueva entidad financiera, que ejercerá por un periodo de seis años el actual presidente de Cajastur, Manuel Menéndez. Con la fusión, entra como vicepresidente segundo, el actual presidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio.
El Consejo de Administración de Caja Cantabria aprobó en el mes de mayo, por unanimidad, su adhesión al SIP, con lo que fue el inicio de la cuenta atrás de la nueva entidad financiera.
El proceso continuó con la autorización otorgada por la Comisión Ejecutiva del Banco de España a finales del pasado junio, cuando aprobó el plan de integración de las cuatro cajas.
El juicio del Banco de España sobre la solvencia de la fusión fue claro: «El proyecto cumple los criterios de solidez y racionalidad económica que se han de exigir a este tipo de operaciones».
La integración también contó con el visto bueno de la comisión rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que supone la obtención de 1.493 millones de euros en ayudas para reforzar los recursos propios de la nueva entidad.
A estas autorizaciones siguieron las respectivas asamblea generales de las cuatro cajas de ahorro en las que se aprobó la firma del contrato de integración.
Ahora, cuando solo falta un mes para acabar el año, ha sido el turno de los consejos de administración y la cesión de poderes al nuevo SIP. Cajastur y Caja Extremadura lo hicieron hace días y Caja Cantabria y la CAM lo aprobaron ayer.
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