Frente a las acusaciones de inacción que le llovieron desde todos los frentes, José Montilla recordó que "la crisis está afectando a todos". Además el presidente sacó pecho ante Mas recordando que bajo su gestión ha bajado el fracaso escolar en dos puntos y que el índice de paro en Cataluña es similar al del año 1993, cuando gobernaba Jordi Pujol. "¿Tiene que hablar de 1993 para defender su gestión?", preguntó Artur Mas. "Si lo hace es porque el tripartito se ha peleado tanto que no tiene argumentos", añadió, recordando que el tripartito ha subido impuestos como los que gravan la compraventa de pisos. "¿Si ustedes van muñiendo a base de impuestos la base productiva del país quién cree que sustentará el estado de bienetar el futuro?", preguntó Mas.
Montilla y Mas no lograron contraponer nítidamente sus modelos, puesto que ambos tuvieron que lidiar con los otros cuatro candidatos que criticaron sus medidas: Joan Puigcercós, de Esquerra Republicana de Catalunya; Alicia Sánchez-Camacho del Partido Popular; Joan Herrera, de Iniciativa-Esquerra Unida; y Albert Rivera, de Ciutadans.
Sánchez-Camacho acusó al actual gobierno de haber llevado Cataluña cerca de la bancarrota. "Han dejado la deuda de Cataluña en 5.000 euros por habitante", dijo. Recibió críticas de todas partes. Montilla le echó en cara la complicada situación económica de las autonomías del PP como la Comunidad Valenciana. Fue en este punto que el candidato de ERC, Joan Puigcercós, sacó la cabeza. "Lo que verdaderamente está desangrando Cataluña son los 20.000 millones de euros que cada año paga en impuestos a España y no regresan aquí", dijo.
Ello dio pie a hablar del concierto económico que defiende CiU. Puigcercós y Montilla acusaron a Artur Mas de defender este asunto por puro electoralismo y aseguraron que se olvidará de ello tras las elecciones. El líder de ERC retó a Mas a "ir juntos a Madrid" para lograr el concierto. "Si no lo conseguimos volvemos a Cataluña y convocamos un referéndum de independencia", dijo. Mas desvió el tiro. "Me alegra que esté conmigo en lo referente al concierto".
El candidato de Ciutadans, Albert Rivera, consiguió un protagonismo inusitado y logró poner la corrupción encima de la mesa. "Rivera reprochó a Convergència i Unió un vídeo electoral en el que se ve un hombre envuelto con la bandera española robándole la cartera a un catalán. "Quizás los que nos han robado hayan sido gente con el carnet de CiU y del PSC", dijo recordando los casos de corrupción del Palau de la Música y la operación Pretoria, que ha afectado a Convergència Democràtica, pero también al PSC.
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