La devaluación del dólar, inducida por la Reserva Federal con su último estímulo monetario, la escalada en las críticas a China por mantener un yuan depreciado o los controles de capital erigidos por varios países emergentes son nítidas señales de que los desequilibrios regresan. Pero sin un pacto ambicioso de los líderes de países ricos y emergentes -un debate que han postergado a finales de 2011- serán solo una avanzadilla de lo que vendrá. Las previsiones de los propios países del G-20, recopiladas por el Fondo Monetario Internacional, indican que "el saldo negativo en la balanza por cuenta corriente de los países avanzados deficitarios casi se doblará entre 2009 y 2014".
En el documento del FMI, suministrado tras la quinta cumbre del G-20, se concluye que "los desequilibrios globales seguirán ampliándose hasta 2014". Frente a la tozudez de la economía por seguir la senda de crecimiento de la última década, los líderes oponen poco más que palabras. "Una de las lecciones más importantes que nos enseñó la crisis económica son los límites de depender de los consumidores estadounidense y de las exportaciones asiáticas para guiar el crecimiento mundial", señaló ayer el presidente de EE UU, Barack Obama.
En 2007, China alcanzó un superávit por cuenta corriente equivalente al 10% de su PIB, mientras el déficit de EE UU llegaba al 6% (la cifra, casi 600.000 millones de euros, es más significativa dado el tamaño de la economía estadounidense). Dos años después, ambos saldos se habían reducido a la mitad. Lo mismo ha ocurrido con la economía española (del 10% al 5%).
En el documento del FMI, suministrado tras la quinta cumbre del G-20, se concluye que "los desequilibrios globales seguirán ampliándose hasta 2014". Frente a la tozudez de la economía por seguir la senda de crecimiento de la última década, los líderes oponen poco más que palabras. "Una de las lecciones más importantes que nos enseñó la crisis económica son los límites de depender de los consumidores estadounidense y de las exportaciones asiáticas para guiar el crecimiento mundial", señaló ayer el presidente de EE UU, Barack Obama.
En 2007, China alcanzó un superávit por cuenta corriente equivalente al 10% de su PIB, mientras el déficit de EE UU llegaba al 6% (la cifra, casi 600.000 millones de euros, es más significativa dado el tamaño de la economía estadounidense). Dos años después, ambos saldos se habían reducido a la mitad. Lo mismo ha ocurrido con la economía española (del 10% al 5%).
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