Los mercados ya han confirmado con lo especulaban la semana pasada: Irlanda será rescatada y sacará la tijera para abordar grandes ajustes con los que devolver la viabilidad a sus finanzas públicas. No obstante, el punto y aparte que, de momento, se ha puesto a la crisis no ha acabado de convencer a los mercados, que han cortado la recuperación de primera hora registrada en las Bolsas y la deuda tras el anuncio de Moody's de que revisará en varios peldaños la nota de solvencia de Irlanda.
Gracias al plan de rescate, el país recibirá miles de millones de euros en créditos para tapar los agujeros que años de excesos han provocado en su sector financiero y los fondos necesarios para garantizar que quienes hayan apostado por la deuda pública del otrora Tigre Celta cobren religiosamente los réditos de su apuesta. En el lado contrario de la balanza, la necesidad de inyectar más fondos a sus bancos, que ya han recibido un salvavidas de 50.000 millones solo de Dublín, se traducirá en más pasivos de la banca en el balance del Gobierno e incrementará la carga de la deuda soberana irlandesa, algo negativo tanto para el Gobierno como para el propio sector, lo que ha llevado a la agencia Moody's a advertir de que revisará su nota de solvencia en varios peldaños. La noticia ha dado al traste con la acusada recuperación que estaba registrando hasta media mañana la deuda de Irlanda en los mercados secundarios.
Mooyd's, que puso bajo revisión la nota sobre la calidad crediticia del país en octubre ante el recrudecimiento de la crisis, mantiene en Aa2 la calificación (rating) de Irlanda, lo que equivale a una valoración "alta". Pero, según ha afirmado Dietmer Hornung, analista de la agencia, aunque el rescate contribuirá a resolver los problemas de financiación de la banca irlandesa a corto plazo y a restaurar la confianza en su sistema bancario, aumentará la carga sobre su deuda soberana, lo que tendrán que ser reflejado en su nota de solvencia. Por este motivo, según ha declarado a Bloomberg, "la decisión final más probable es un recorte de su rating de varios peldaños, aunque manteniendo el nivel de ser un producto apropiado para invertir".
La advertencia de Moody's, cuya nueva calificación se impondrá también a todas las entidades financieras del país, ha pesado más en el ánimo de los inversores que la red de seguridad que las autoridades del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea colocarán bajo Irlanda en forma de un crédito de entre 80.000 a 90.000 millones. Así, tras la mejora de primera hora motivada por el hecho de que los inversores han vuelto a comprar deuda del país, lo que ha rebajado la presión contra sus títulos, la situación ha dejado de ser tan beneficiosa a medida que avanzaba la mañana. En concreto, la rentabilidad que exigen a los bonos a 10 años emitidos por Dublín, de referencia y cuyo precio va en función de la demanda, han frenado su recuperación del medio cuarto de punto de primera hora a unos 8 puntos básicos.
El descenso en el interés de los bonos irlandeses, sin embargo, no se ha podido traducir en toda su envergadura en la prima de riesgo, el mejor termómetro para evaluar la confianza en las finanzas de un Estado y que se establece a partir del diferencial entre los tipos de sus bonos a 10 años frente a los alemanes. La razón es que los tipos de estos últimos han vuelto a bajar por la atracción que despiertan entre los compradores dada su condición de valor refugio, una característica muy valorada ante la falta de una salida de fondo de la crisis. Así, al final, la prima solo bajaba a media sesión en 1,6 puntos básicos hasta rozar los 140 puntos básicos. En cualquier caso, con esta bajada, el también conocido como riesgo país pone tierra de por medio con respecto a los máximos alcanzados a principios de noviembre en 646 puntos básicos, lo que dejó impracticable el camino de Irlanda hacia los mercados tradicionales de financiación y aceleró el rescate.
Las Bolsas, por su parte, también han perdido fuelle a lo largo del día tras haber adelantado durante la semana pasada la opción del rescate. Así, tras abrir al alza, los parqués europeos han empezado a caer a media mañana. A esa hora, las pérdidas las encabezaba el Ibex, que pasada las 14.00 ahondaba su retroceso tras el anuncio de Moody's y se dejaba un 2,65% con los bancos, de nuevo, al frente de los números rojos. Con este descenso, que le ha hecho decir adiós temporalmente a la cota psicológica de los 10.000 puntos, más que duplicaba los recortes del resto de las Bolsas importantes del Viejo Continente. También eran destacables los descensos que sufrían las Bolsas de Lisboa, un 0,83%, Dublín, 1,26%, o Atenas, con un 2,5%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario