Con la actual situación económica mundial de crisis que, en España ha llegado a la recesión, los trabajadores y las empresas lo tienen bastante difícil. La construcción es el sector principalmente afectado y con la quiebra de constructoras e inmobiliarias se ha venido abajo la producción de todas las industrias que tienen que ver con ello o directas (ladrillos, metal, madera, cristal, etcétera) y las indirectas (mobiliario, papelería, griferías, accesorios y muchos más).
Las claves para volver a una situación de bienestar serían, por este orden, restablecer un nivel pleno empleo, en el que toda persona que quiera trabajar encuentre un empleo, para poder volver a aumentar el consumo y facilitar el acceso a la vivienda, con lo que la construcción y todas sus industrias, directas e indirectas, recobrarían “vida”. No debemos olvidarnos tampoco del sector financiero, para muchos el principal culpable de la crisis.
Pero mientras esto puede suceder y ante el difícil panorama existente, muchos trabajadores que estaban trabajando en cualquiera de estos sectores han optado por hacerse autónomos.
Un ejemplo claro es el aumento en la solicitud de licencias de taxi. Los requisitos par acceder a tenerla son poseer el carnet de conducir, conocer el callejero de la zona dónde residen y no tener antecedentes penales.
Estos requisitos los cumplen a la perfección albañiles, que se tienen que desplazar a las casas para hacer las reformas, comerciales y los profesionales independientes que prestan sus servicios a domicilio.
Cumpliendo todo esto, hacen una prueba y obtienen la licencia para poder conducir un taxi. Sin embargo no es oro todo lo que reluce ya que, el taxi puede llegar a costar más de 30.000 euros, desembolso, que, por otra parte, no todos pueden llevar a cabo. A pesar de todo, el tener la licencia les permite suplir vacantes de compañeros enfermos o de baja sin ningún tipo de problema y puede ir solucionando la papeleta de quedarse en el paro.
Asistencia Virtual
Otra profesión que sin lugar a dudas puede crecer y darse a conocer es la Asistencia Virtual, que en España empieza a despuntar, mientras que en Sudamérica y Norteamérica ya tienen asociaciones y reconocimiento. La Asistencia Virtual nace de la necesidad de empresas y profesionales de contar con un apoyo administrativo sin los gastos inherentes (nóminas, seguros sociales, mobiliario, material de oficina, ...) que ello conlleva.
Trabajador autónomo: ventajas e inconvenientes
Esta salida profesional se puede llevar a cabo desde el hogar del trabajador autónomo, que cuenta con los conocimientos y los medios necesarios para su ejecución y que, por tanto, suponen un ahorro para los empresarios y profesionales que contratan estos servicios.
Ser trabajador autónomo, como ser trabajador de cualquier empresa, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre las ventajas encontramos la flexibilidad de los horarios, pues al no tener nadie por encima, cada uno se organiza su tiempo de trabajo cómo mejor le conviene y en función de sus necesidades personales.
Asimismo, otra ventaja es poder dedicar la cantidad de tiempo que puede pasar cada trabajador realizando su trabajo sin tener que estar unas horas determinadas todos los días. Como inconvenientes podemos encontrar es que el trabajador autónomo es responsable de todo lo que atañe a su trabajo. Esto es: pago de impuestos, cobertura sanitaria, pedidos, clientes, facturas, proveedores y un largo etcétera.
Otro inconveniente, es que el trabajo autónomo no es siempre el mismo y ni siquiera con el mismo cliente. Pongamos por ejemplo al taxista. No todas las carreras que realizan tienen el mismo recorrido ni la misma duración y además hay que contar con la variedad de personas que se suben al taxi.
Al asistente virtual le ocurre algo parecido, cada cliente necesita un trabajo específico y durante un tiempo determinado: un cliente puede necesitar una traducción de dos hojas, otro de un manual, otro necesita que le lleven la contabilidad y así se podrían poner muchos ejemplos.
Conclusión
Y como estos dos ejemplos y ahondando en la situación personal de cada uno, se podría encontrar una solución factible para cada necesidad. Esto no quiere decir que hacerse trabajador autónomo sea la panacea para la crisis, pero sí que puede llegar a ser una gran ayuda a la hora de intentar volver a tener un acercamiento a la salida de ella.
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