Anoche, los 16 miembros de la Eurozona (Eurogrupo) analizaron la situación en Irlanda y el peligro de contagio a otros países con dificultades presupuestarias como Portugal. Aunque se esperaba que los socios de la moneda única presionaran al Gobierno irlandés para que aceptara un rescate financiero, finalmente se abstuvieron de imponer la ayuda, que poco antes había rechazado públicamente el primer ministro de Irlanda, Brian Cowen.
Irlanda desea evitar las duras condiciones a las que está sujeto el mecanismo de ayuda europeo aprobado tras la crisis en Grecia la pasada primavera, por considerar que acarrearía una merma de su soberanía.
Entre otras cosas, Dublín teme que sus socios europeos le exijan que genere más ingresos mediante una subida del impuesto de sociedades, que la isla mantiene en el 12,5% para atraer las inversiones de multinacionales.
El rescate está en marcha.
Pese a todo, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional preparan el rescate del sector bancario irlandés, pese a la resistencia del Gobierno de Dublín, que insiste en que dispone de fondos suficientes para hacer frente a sus pagos hasta junio de 2011, por lo que no necesita acudir al mercado a financiarse ni la ayuda de sus socios.
Aunque la decisión de solicitar la ayuda de la comunidad internacional corresponde exclusivamente a Irlanda, la Comisión Europea ha anunciado ya el envío de una misión técnica conjunta con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo a la capital irlandesa para intensificar los trabajos preparatorios de un eventual rescate,centrado en su sector bancario.
En declaraciones a la emisora RTBF, el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, que participó ayer en la reunión del Eurogrupo, comentó que el problema de Irlanda radica en que el estado "no puede soportar el peso de un sector bancario demasiado grande para el país".
El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha afirmado este miércoles que la situación es "muy urgente y, de hecho, muy grave. Así que no tenemos tiempo que perder". "Es esencial que se restaure la confianza en el sector bancario irlandés por el bien de la estabilidad financiera de Europa y para restaurar la confianza en la economía real irlandesa", ha insistido el comisario.
Reino Unido se ofrece a ayudar.
El objetivo de las conversaciones será determinar "cuál es el estado real del sector bancario en Irlanda y qué tipo de necesidad de reorganización hay en el sector bancario irlandés y qué tipo de consecuencias tendrá", ha explicado Rehn, que ha calificado la actitud del Gobierno de Dublín de "constructiva".
La Unión Europea considera esencial restaurar la confianza sobre el sector bancario irlandés para evitar un agravamiento de la crisis de la deuda soberana en toda la región. El documento aprobado anoche por los ministros de Finanzas del euro especifica que las medidas adoptadas por Irlanda para garantizar la estabilidad de su sector bancario (mediante garantías, recapitalizaciones y separación de los activos) no han servido para normalizar "las condiciones de mercado".
En los debates del Eurogrupo no participó Reino Unido, cuyo sector financiero está muy implicado en Irlanda, porque no es miembro del euro, pero sí lo hará hoy en la sesión del Consejo de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin).
En este sentido, el ministro británico de Finanzas, George Osborne,ha declarado a su llegada que su país participará en el plan de rescate de Irlanda: "Vamos a hacer lo que conviene al interés nacional británico. Irlanda es nuestro vecino más cercano y al interés nacional británico le conviene que la economía irlandesa tenga éxito y que tengamos un sistema bancario estable".
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