La Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (ATUDEM) presentó su plan de inversión para la nueva temporada invernal. Los 33 complejos invernales agrupados en este organismo han realizado una inversión de casi 60 millones de euros, un 10% más que la del pasado curso, para dar satisfacción a los cerca de siete millones de visitantes que cada año se deslizan por sus pistas.
Los esquiadores encontrarán este año 990 trazados alpinos y 1.011 kilómetros de superficie esquiable, que se complementan con los 116 km destinados al esquí de fondo distribuido en 31 pistas. Las recientes nevadas hacen que la apertura de las estaciones se puede llevar a cabo a partir del 27 de noviembre, lo que daría lugar a la temporada más larga de los últimos tiempos. “El esquí se ha hecho un hueco en las costumbres españolas. Es el mejor medio para que el urbanita descubra la montaña. Nuestras estaciones son el quinto destino turístico en Europa, sólo superados por gigantes como Austria, Francia, Suiza e Italia, señala Aureli Bisbe, presidente de ATUDEM.
Desde ATUDEM también se quiso recalcar la importancia de que dos ciudades españolas hayan presentado su candidatura a albergar unos Juegos Olímpicos. “Apoyamos esta decisión, porque demuestra que este país está convencido de que tenemos las infraestructuras necesarias para acoger un evento de este calibre”, apuntó Aureli Bisbe. El presidente de ATUDEM sólo ve ventajas a esta situación: “Un programa olímpico generaría riquezas no sólo por la creación de nuevas infraestructuras, sino también porque formaría nuevos esquiadores a nivel nacional. Hay que promocionar el esquí en los colegios y enseñar los valores de la montaña”.
A nivel competitivo, esta temporada vendrá marcada por la celebración del Campeonato del Mundo de snowboard en La Molina (17 al 23 de enero), una prueba de la Copa del mundo de telemark en Espot (12 al 13 de febrero) y las finales de la Copa de Europa de esquí en Formigal (13 al 19 de marzo).
La crisis económica se ha dejado notar también en la estaciones, que vieron como el año pasado se reducía su número de visitantes hasta los 6 millones, cuando en 2009 llegó a su cifra récord de 7,5 millones, aunque la cifra en esta última década ha crecido un 50%. El descenso del pasado año vino motivado por las malas condiciones meteorológicas que afectaron a muchos fines de semana del pasado año, lo que redujo la presencia de esquiadores en las pistas.
Los principales efectos de la recesión económica se dejan notar en el descenso de las pernoctaciones y de los gastos extras. “Quien quiere esquiar lo sigue haciendo, lo único que ahora buscan las ofertas, se decantan por semanas de temporada baja y se aprietan el cinturón en aquellos gastos de los que pueden prescindir”, reconoce José Luis del Valle, director del Comité de Promoción de ATUDEM.
Por ese motivo, como reconocer Del Valle, las estaciones ya no venden paquetes de esquí, sino “soluciones de ocio, para que el visitante invierta su tiempo libre cómo mejor se adapte a sus posibilidades, siempre con la montaña como referencia”. Además, la mayoría de las estaciones mantiene, por segundo año consecutivos, inalterables sus tarifas, además de ofrecer abonos especiales para un público específico (escolares, grupos...) y para determinadas épocas de la temporada.
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